EL REINADO DE FELIPE V (1700-1746)

El reinado de Felipe V de España (1700-1746)

Durante los siglos XVI y XVII gobernaron España, los monarcas de la Casa de Habsburgo ("los austrias"). El último de estos fue Carlos II "el hechizado", quien murió sin dejar descendencia; antes de morir cedió los derechos al trono a su sobrino Felipe, el Duque de Anjou, un nieto del Rey Luis XIV de Borbón, el poderoso Rey Sol de Francia.

La Guerra de Sucesión Española

El reinado de un borbón en España rompía el equilibrio geopolítico en Europa. Potencias como Inglaterra, Portugal y Austria no se resignaban a que Francia tenga tanta influencia sobre España y alentaron al Archiduque Carlos de Habsburgo para tomar el poder. La guerra estalló en 1702 y tuvo varios frentes. Francia utilizó todos sus recursos para sostener a Felipe V en el trono español.

Después de una década de guerra, la Corona Británica se mostró dispuesta a terminar una guerra que la agotaba económicamente y que causaba gran descontento en su población por la elevación de impuestos que sufría, por ello firmó en 1711 con Francia los preliminares de paz, en los que reconocía a Felipe V como rey de España. El agotamiento de los bandos en conflicto aceleró la firma de la paz definitiva en el famoso Tratado de Utrecht de 1713. Sus principales acuerdos fueron:

Inglaterra conserva Menorca y Gibraltar, ocupadas durante la guerra (cedidas por España), Nueva Escocia, la bahía de Hudson y Terranova (cedidas por Francia), la isla de Saint Kitts en el Caribe, el derecho de Asiento de negros (un monopolio de treinta años sobre el tráfico de esclavos negros con la América española) y el Navío de Permiso (concedidos por España).

Portugal obtiene la devolución de la Colonia del Sacramento (Uruguay), ocupada por España durante la guerra.

Austria obtiene los Países Bajos españoles, Milán, Nápoles y la Isla de Cerdeña (cedidos por España). El Archiduque Carlos de Austria, ahora emperador, renuncia a cualquier reclamación del trono español.

Felipe V obtiene el reconocimiento como rey de España por parte de todos los países firmantes en tanto que renuncia a cualquier derecho al trono francés, España conserva sus posesiones americanas y asiáticas.

La potencia más beneficiada con este Tratado fue Inglaterra que además de sus ganancias territoriales, obtuvo grandes ventajas económicas que le permitieron romper el monopolio comercial de España con sus colonias. Además, pudo contener las ambiciones territoriales y dinásticas de los borbónes franceses.

Reformas del reinado de Felipe V

Este reinado se puede dividir en dos etapas. La primera (de 1700 a 1724) de fuerte influencia francesa e italiana; y la segunda (de 1724 a 1742) de gran protagonismo de estadistas y ministros españoles.

En el primer periodo se vivió los dificiles años de la Guerra de Sucesión Española. Aún así, gracias al gran apoyo de su esposa y regente María Luisa de Saboya, se inició la renovación cultural en España; se fundó la Librería Real ( después Biblioteca Nacional), la Academia de la Lengua y, más tarde, las de Medicina e Historia.

Tras la muerte de su primera esposa, María Luisa de Saboya, adquirió protagonismo el Cardenal Julio Alberoni, quien impulsó la reorganización de Estado con el objetivo de fortalecer el absolutismo real; se abolieron viejos privilegios feudales, se centralizó la administración, otorgándose mayor poder al Rey.

En el aspecto económico, se restauró la Hacienda y se protegió a la burguesía buscando el crecimiento de industria nacional. En este sentido se implementó una política económica fuertemente proteccionista. El impulsó a la producción nacional se reflejó en la creación de una Real Fábrica en Guadalajara para fabricar tejidos de lujo que llegó a contar con varios centenares de telares y unos miles de trabajadores. Se estimuló el comercio interior, suprimiendo las aduanas internas, y se impulsó al comercio exterior trasladándose en 1717 la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz, cuyo puerto ofrecía mejores posibilidades al calado de los buques.

En el aspecto militar, reorganizó la milicia dotándola de disciplina, buscando la profesionalización de sus miembros, estableciendo una sólida jerarquía en los cuadros y un método de reclutamiento obligatorio entre la población nacional. La Armada se fortaleció con la construcción de una base naval en Ferrol, mejorando la infraestructura portuaria de importantes ciudades, construyendo numerosos barcos y activando las industrias auxiliares de la navegación.

En enero de 1724, Felipe V abdicó a favor de su hijo Luis I, sin embargo, la prematura muerte de éste, en agosto del mismo año (víctima de la viruela), le obligó a ocupar el trono nuevamente.

En la segunda parte de su reinado destaca el papel desempeñado por los ministros españoles. Entre ellos, los ilustrados: José Patiño, político, diplomático y economista; José del Campillo, hacendista; y, luego, el marqués de la Ensenada, gran político y magnífico planificador de la economía.

Con estos eficientes colaboradores se acentuó este proceso de reconstrucción nacional: se expandió la flota, mercante y de guerra; se reactivó el comercio, nacional y colonial, y se siguió protegiendo la industria nacional. Para el suministro de materias primas se crearon varias compañías comerciales con América y se persiguió severamente el contrabando.